Hoy me siento una panadera frustrada, por eso debe ser que no me he sentado delante del blog hasta ahora.
La masa madre sigue evolucionando favorablemente pero tannnnnn despacio. Y los panes de trigo y centeno, fatal. Han quedado muy feos y se han hundido por el centro. He ido a leer el librillo de Babette y creo que, efectivamente, las masas habían sobrefermentado.
Me tomaré estos panes en tostadas con aceitito del bueno,  y como una lección más en mi carrera de panadera recién iniciada. Y seguiré alentando a mi masa madre bebé, ¿será que hay que hablarla con cariño para que crezca, como a las plantas?