Panes con masa madre

Sí, también he hecho pan con masa madre, con mi masa madre. He hecho panes de esos que me gusta decir que son míos, míos, porque la masa madre que he utilizado para hacerlos es la masa madre bebé que me incitó a escribir este blog.

También tengo que decir que estoy bastante satisfecha con ellos. Y creo que parte del éxito se lo debo a que, finalmente, estoy conociendo a mi horno y sé como tratarle para que él me devuelva unos panes muy apetitosos y con unos greñados batante lucidos.

Lo que estoy haciendo antes de meter los panes al horno es calentarlo unos 20º por encima de la temperatura que necesito, en este caso lo puse a 270º. Cuando los había alcanzado, según el sensor del horno y según el termómetro de WMF, greñé los panes (concentrada pero sin estrés), los puse dentro del horno y eché el agua hirviendo en la bandeja negra del horno de forma que salió una gran nube de vapor de agua. Antes ponía una fuente de barro pequeña con la que conseguía vapor pero, con la bandeja negra de metal, al inundarla de agua y ser una superficie tan grande como el horno, consigo una auténtica fuente de vapor de agua que invade todo el horno y recubre mis panes, consiguiendo un efecto inmediato en la corteza.

 

Un pan sueco demasiado tostado para mi gusto

Hice el pan dulce de centeno clavaito a la receta del libro de Dan Lepard. Tan igualito lo hice que hasta lo calciné como parece que hacen los suecos. Y estaba rico, pero claro, quitando la corteza negra que lo envolvía. Buenísimo el sabor que le dió la miel, la ralladura de naranja y el cardamomo. Y el olor que invadió toda la casa mientras lo horneaba… indescriptible.

Conclusión: Lo haré a mi manera y os contaré el resultado.

Noche de toses, desvele y blogs

Mientras me tomo una infusión relajante para romper este desvele producido por las toses de uno de mis hijos, he estado curioseando por la web varios blogs muy interesantes.

Primero le he echado un vistazo al blog de Babette y me he entretenido un buen rato en su horno de leña, en los greñados del pan y en como añadir los tropezones a la masa. Después he estado leyendo recetas y menús en el blog de Vitalista, que rezuma salud por donde lo leas. Y, finalmente, me he puesto verde de envidia con el blog de Breadcetera. ¡Qué fotos! ¡Que maravilla de panes! ¿Con ganas, tiempo y experiencia me saldrá algo parecido?

Bostezando ya, pensando en las baguettes que hornearé mañana y cuya masa he doblado hace un momento, y soñando con ser una bloggera&panadera de renombre mundial (por lo menos en mi mundo y en el de mi familia) me vuelvo a la cama.

Baguetteando en Babette… Todo un placer.

Esta mañana tenía mi última clase de Baguette al desnudo en Babette y ha sido todo un disfrute.

Relax en torno a las mesas altas de Babette, perfectas para amasar, preformar y formar, no como la encimera de mi cocina, llena de cacharritos y con los muebles de arriba interrumpiendo la libertad de movimientos que requiere el amasado francés.

Consultas y chascarrillos con una taza humeante de té en una mano y un pedazo de mi bizcocho de naranja en la otra. Mmmmmmmm.

Y finalmente, con un aroma indescriptible, del horno han salido unas baguettes de masa madre buenísimas. Os dejo aqui una muestra de la más bonita: la de Paloma. Barriguda y con piquitos, como Bea dice que deben ser las baguettes de masa madre.