Ya. Lo tengo, bueno, los tengo, mis dos primeros panes hechos desde cero con estas manitas, en casa y sin aportaciones externas, exceptuando el buen enseñar de Bea y el horno de Susana.
Que ilusión ver como iban creciendo, aunque me frustre un poco porque los greñados no funcionaron bien del todo y porque se me tostaron un poquito mas de lo que nos gusta en casa. Pero el sabor… inenarrable y nada ácido, mis hijos no se creían que estaban hechos con masa madre. Y la textura de la miga buenísima.